Cómo cuidar de tu piscina de poliéster.

Una piscina requiere de unos cuidados durante su temporada de uso y una preparación al final de la misma que facilite su puesta a punto cuando llegue el buen tiempo, ya que de lo contrario se convertiría en un foco de infecciones. La “cara bonita” de nuestra piscina debe cuidarse si no queremos llevarnos un disgusto con el paso del tiempo, ya que puede ir perdiendo ese atractivo inicial que tiene nada más instalarse. En Poliestsur os damos unos consejos para su mantenimiento.

El modo más habitual de cuidar de su piscina es tratar el agua con productos químicos aptos para piscinas de poliéster que, además de ayudar a la desinfección y conservación del agua en un estado óptimo, cuidan de su calidad. Asimismo, es recomendable el uso del cloro natural o químico ya que mantendrá el agua clara, transparente y libre de microorganismos.

Y es que uno de los aspectos más importantes a la hora de cuidar el revestimiento de poliéster es el de mantener el agua con unos altos niveles de calidad. El hecho de que valores tales como pH, cloro, dureza o alcalinidad estén correctamente calibrados resulta sumamente importante.

El agua.

Al ser un ser vivo, tiene constantes cambios. Si por ejemplo la piscina tiene un pH bajo tendremos un agua en valores ácidos, afectando a las partes metálicas que pueda tener la piscina, favoreciendo una oxidación más rápida e incluso favoreciendo la posible decoloración de ciertos materiales. Si por el contrario, está alto, tendremos agua “básica”, produciendo efectos como puede ser la proliferación de algas, con sus correspondientes afectaciones sobre el revestimiento. Así, los alguicidas prevendrán la aparición de plantas acuáticas que perjudiquen la salubridad del agua de la piscina. También es recomendable contar con un filtro que ha de estar siempre limpio y que garantice una libre circulación de agua fresca.

Unido a los dos aspectos anteriormente mencionados (productos químicos y alguicidas), debe ir inexorablemente el uso de limpiafondos, ya que es imprescindible para la eliminación de cualquier suciedad en el agua, las paredes y el suelo de la piscina. Su falta de uso no sólo afectará a la estética de su piscina, sino también a la posible aparición de microorganismos perjudiciales para la piel.

Otro buen “hábito saludable” para nuestra piscina es limpiar la línea de flotación mínimo una vez a la semana, ya que es la zona que más rápido se degrada debido a que es dónde más grasa se deposita.

También es conveniente intentar vaciar la piscina el menor número de veces posible y volver a rellenar cuanto antes. Ya que cuando la piscina está vacía, el revestimiento está más expuesto que nunca a los agentes externos.

Por último, os recomendamos no tener el agua a temperaturas muy elevadas. Generalmente, a partir de 28º resulta más fácil que los microorganismos ataquen al revestimiento al ser más fácil su adherencia a la superficie. Recordemos que cuánto más alta es la temperatura, necesitamos que el tiempo de filtración y limpieza sea mayor ya que el agua se deteriora más rápidamente.

Estos consejos resultan fundamentales para el cuidado básico de su piscina. Existen otros procesos y tratamientos más complejos que requieren de la contratación de personal cualificado y profesional,  que ayudarán a prolongar la vida útil de la misma.

Igualmente, el revestimiento debe ser aplicado por instaladores experimentados, incluso si es posible, recomendados o facilitados por el propio fabricante del producto, de este modo, las garantías de que el revestimiento nos dure en el tiempo serán mucho mayores. En Poliestsur, somos expertos en la construcción de piscinas de poliéster prefabricadas en Sevilla, así como expertos en venta de piscinas prefabricadas de poliéster personalizadas realizadas a medida. Es por ello, que en Poliestsur le asesoramos con una atención personalizada de alta calidad, resolviendo cualquier tipo de duda que tenga en relación a su piscina.